EL AYUNTAMIENTO SIGUE SIN ATAJAR EL RIESGO TÓXICO POR FIBROCEMENTO
Valdemoro,23 de marzo de 2022
Ha transcurrido un año largo del monumental desplome de las naves del Camino de Ciempozuelos. Cientos de kilos de uralitas quedaron esparcidos por los suelos del enorme recinto abandonado. El decreto municipal de marzo de 2021 para el cerramiento del lugar -y retirada de la ingente cantidad de material tóxico- sigue siendo mero papel mojado.
El fibrocemento (mezcla de cemento y amianto) se encuentra ahora en un estado de mayor disgregación, circunstancia que incrementa notablemente el riesgo de contaminación. Un gravísimo problema de salud pública que no parece inquietar demasiado a los responsables municipales, que echan balones aduciendo falta de dinero. De aquellos polvos (púnicos) estos lodos tóxicos.
La concejala de Urbanismo, Raquel Cadenas, sigue sin dar la cara, y su negligencia agrava esta peligrosa situación. A escasa distancia se localizan tres centros educativos y, además estas ruinas son frecuentadas por jóvenes. ¿Habrá que recordar otra vez más que la etapa escolar es más vulnerable a la acción de agentes carcinógenos?