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Esas plantas cuneteras

Valdemoro,9 de marzo de 2014

“Contemplar enseña diez veces más que buscar y cien que perseguir. Sin embargo, el sistema educativo desdeña la contemplación”.

Joaquín Araújo

 

 

¿A quién no le han dado alguna vez una colleja?. Para tranquilidad general digamos que la cosa no va de pescozones. Se trata simplemente de una excusa para referirnos a la madre, o mejor, al padre de todas las collejas: el “collejón”, nombre vulgar con el que se conoce a esta vistosa planta crucífera que crece en cunetas, lugares alterados y zonas cultivadas.

 Su nombre en latín es Moricandia arvensis. Precisamente a la vegetación que invade los cultivos humanos se le llama arvense (del latín arvum, campo de cultivo). Sus flores de color lila, o más raramente blancas, aparecen agrupadas en racimos de 10 a 20 flores.

No es ni mucho menos una planta infrecuente pero no podemos afirmar que en Valdemoro resulte abundante. La hemos observado siempre en solares próximos a vías de comunicación.

Tradicionalmente se han definido con el despectivo nombre de “malas hierbas” todas aquellas plantas que crecen de manera espontánea en los cultivos humanos. Ello no deja de ser sin embargo algo subjetivo, una mera convención sin base botánica alguna.