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EDITORIAL

Cigüeñas desahuciadas

Valdemoro,25 de enero de 2013


El pasado 27 de diciembre se procedió al desmontaje de la arrinconada grúa de la parcela situada entre la calle Pozo Chico y la Avda. de Andalucía. La alta estructura, perteneciente a unas obras abandonadas por la empresa promotora, alojaba un nido de cigüeña blanca. Las aves habían aprovechado la oportunidad que les brindaba tan extraordinaria atalaya artificial para instalarse la pasada temporada y sacar adelante a su prole. A juzgar por su fidelidad al emplazamiento, todo parecía indicar que la pareja habría emprendido con normalidad su nuevo periodo reproductor esta próxima primavera.

El Ayuntamiento de Valdemoro acaba de responder a la petición de información solicitada por Espartal Ecologistas en Acción sobre la destrucción de este nido. Podría concederse que la ubicación del nido llegara a comportar en el futuro un cierto riesgo para personas y bienes. De igual manera sería razonable reconocer que la propia presencia de la estructura metálica era ya difícilmente justificable y que, tras la espantada de la promotora, sólo cabría haber asistido a su progresivo deterioro. Lo que no resulta aceptable en modo alguno es la peregrina respuesta del concejal, Manuel Salguero, para el que el “nido no se ha destruido sino que se encuentra depositado sobre la propia parcela”. Semejante ocurrencia no puede por menos que invitarnos a pensar que el Club de la Comedia se está privando de un ocurrente monologuista. Porque ¿acaso el máximo responsable del medio ambiente en Valdemoro está tratando de decirnos que confía en que las desahuciadas cigüeñas aniden en el suelo como si de codornices se tratara?.

Llama la atención, por otro lado, el enorme celo que manifiesta el concejal a la hora de velar por la integridad material de ciertos bienes -como reconoce en su misiva- con la ausente sensibilidad respecto a la presencia de una especie animal que, por añadidura, se encuentra protegida por la ley en nuestra región. Este hecho está muy lejos, al parecer, de representar un “bien” público a defender en la mentalidad del máximo gestor ambiental ni, por extensión, en la del resto de responsables municipales. La ciudadanía debería tomar buena nota de ello.

Así, en los últimos tiempos estamos asistiendo a un preocupante acoso a las cigüeñas del municipio. A finales de 2011, unas labores de mantenimiento en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción dieron al traste con el más antiguo de los dos nidos de sus tejados. Tan solo unas fechas más tarde se destruía otro nido en una antena de telefonía, situada junto al Parque Móvil Municipal. Ante esta situación Espartal-Ecologistas en Acción propuso al Ayuntamiento la restitución o la compensación de nidos para la especie en otros puntos favorables del término municipal. Como viene siendo norma habitual ante este tipo de propuestas constructivas y positivas para nuestro entorno no se ha producido respuesta por parte de las instancias que administran el medio ambiente de Valdemoro.

Es preciso subrayar que la cigüeña blanca (Ciconia ciconia) es considerada especie vulnerable en la Comunidad de Madrid según el Decreto 18/1992, de 26 de marzo, por el que aprueba el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. De la misma forma se encuentra incluida en el Anexo I de la Directiva 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril de 1979, relativa a la Conservación de las Aves Silvestres.

Pese a esta protección sobre el papel, la experiencia prueba que la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid -órgano “arbitral” sobre el asunto- concede casi de forma automática autorizaciones para cualquier solicitud de retirada, sin que medie comprobación alguna sobre los supuestos trastornos que los nidos pudieran estar ocasionando. El Ayuntamiento de Valdemoro, a través de su concejalía, demuestra una vez más encontrarse sumamente cómodo plegándose a las veleidades de las autoridades regionales. Curioso proceder.