Imprimir

 

 

EDITORIAL

 Corrupción Municipal: Valdemoro en el ojo del huracán

 

Valdemoro,5 de noviembre de 2014

Desde su constitución en 2006, el Colectivo Espartal Ecologistas en Acción ha desarrollado una permanente labor de denuncia de las irregularidades detectadas alrededor de la gestión urbanística municipal.

Un fatídico y dilatado período en el que se ha venido postulando un modelo de ciudad cuyo diseño tenía lugar al margen de la participación ciudadana, en condiciones de extraordinaria opacidad, y que en realidad respondía a los intereses de los promotores inmobiliarios y las grandes empresas vinculadas a la construcción de infraestructuras.

Pese a la escasez de medios estos esfuerzos han servido para frenar -a través de la vía contecioso-administrativa o el recurso a instituciones como el Parlamento Europeo o el Defensor del Pueblo- la inminencia de proyectos como la urbanización de la finca El Espartal o la construcción de una nueva EDAR en terrenos de gran valor ecológico. Por su carácter anticipador del actual colapso institucional convendría señalar que ya en 2007 fueron denunciadas ante la Fiscalía Anticorrupción las múltiples anomalías que rodeaban el Plan General de 2004 y en particular el proyecto estrella del “urbanismo” valdemoreño.

Superada toda tentación de reconocimiento público hacia este voluntarioso afán por tratar de impedir la destrucción ambiental de nuestro municipio sí resulta preciso destacar, al menos, que ello tuvo lugar en tiempos de fuerte repliegue y desmoralización de los movimientos sociales. Esfuerzos realizados en una época de “bonanza” económica en la que era tildada de aguafiestas cualquier crítica a sus supuestos logros, tanto más si estos se vinculaban -como bien se encargaban de airear sus valedores - a los mantras del empleo, el desarrollo o, incluso, el progreso social. En paralelo operaba la prepotencia casi ilimitada de unos protagonistas cuyas prácticas y responsabilidades están siendo sustanciadas hoy por la justicia. No disimulamos, pues, nuestra satisfacción por ver ahora en parte recompensada aquella particular travesía del desierto.

En el contexto de la reciente y espectacular operación anticorrupción del juez Velasco la investigación del tipo de actuaciones urbanísticas citadas -basadas casi siempre en una enorme recalificación del suelo y adjudicaciones cuanto menos sospechosas- cobran una singular importancia y exigen una renovada y escrupulosa atención. Ello toda vez que la investigación de la presunta trama de corrupción ha puesto el foco en ARPEGIO (Áreas de Promoción Empresarial, S.A) -dirigido por el entonces Consejero de Presidencia Francisco Granados- y firmante, junto al Ayuntamiento de Valdemoro, de un convenio urbanístico en julio de 2006 con el fin de promover el desarrollo de “El Espartal”.

En este sentido posiblemente conozcamos en los próximos meses el alcance final de la sentencia 403/2012 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que estimaba en parte el recurso contencioso-administrativo interpuesto por Ecologistas en Acción y que anulaba, en mayo de 2012, importantes desarrollos previstos en el Plan General de Valdemoro.

Con un alcalde -José Carlos Boza- detenido; recién liberado su concejal de Hacienda -Javier Hernández Nieto- tras pagar 60.000 euros de fianza y con el tándem Granados-Marjaliza –a los que el juez imputa en su auto más de media docena de presuntos delitos- el gobierno local está completamente deslegitimado para continuar al frente ni un minuto más.

Está siendo investigada una determinada forma de manejos políticos que presuntamente descansa en la creación de tupidas redes clientelares y cuya concepción parece más bien propia de un guión de cine negro no exento, eso sí, de elementos de rigurosa inspiración carpetovetónica. 

Un economista imprescindible para el movimiento ecologista como José Manuel Naredo caracterizó años atrás al proceso de consolidación de un entramado decisional opaco, erigido al margen de escrutinio público, como una refundación oligárquica del poder. Y ello es así al dar lugar a un auténtico neocaciquismo disfrazado de democracia.

A una semana vista de la espectacular operación anticorrupción del juez Velasco cada nuevo detalle revelado por la prensa de la supuesta trama centrada en nuestro municipio no hace sino certificar -punto por punto- las palabras de Naredo.